Frank Sauerbaum 

Diputado por Ñuble

El sueño de la Casa Propia




Chile enfrenta una importante crisis de acceso a la vivienda. Se presentan niveles persistentemente altos de déficit habitacional en el periodo 2006-2022, impulsado principalmente por el aumento de los hogares allegados. Como respuesta a esta crisis, desde junio de 2022 el MINVU implementó el Plan de Emergencia Habitacional, cuyo objetivo es entregar 260.000 viviendas en el periodo presidencial 2022-2025 , tal como se comprometió en el programa de gobierno. 


Sin embargo, este plan presenta un bajo nivel de avance. Entre marzo de 2022 y noviembre 2023 se han terminado 92.093 viviendas, lo que representa un avance de sólo 35%, cuando estamos ad-portas de cumplir la mitad del mandato presidencial. 


Se debe tener en cuenta que mientras estas soluciones habitacionales demoran, las familias enfrentan situaciones de carencia habitacional, como el hacinamiento, vivir como allegados o en viviendas en mal estado. 


Los datos proporcionados por la última encuesta CASEN son fundamentales para comprender las carencias habitacionales que enfrentan los hogares. Se debe tener presente que lo que el Gobierno ha propuesto en relación con su plan de emergencia no va más allá de lo que el MINVU venía haciendo en años anteriores. 


Las 260.000 viviendas comprometidas en cuatro años es lo mismo que entregar 65.000 viviendas por año. Luego, si se toma en cuenta que cuando se inició este plan ya se habían iniciado 124.410 viviendas, se podría decir que el compromiso sería entregar 135.590 en tres años, lo que corresponde a 45.197 viviendas por año. 


A partir de datos analizados, es posible entender las distintas barreras que enfrentan las familias para acceder a la vivienda y así direccionar la política habitacional hacia aquellos que más lo necesitan. En este contexto, y considerando la brecha entre los requerimientos con las soluciones ofrecidas, es fundamental que el diseño de la política habitacional se relacione con la estimación del déficit habitacional. Solo así será un insumo útil para orientar las decisiones. En ese sentido, los datos son elocuentes en indicar cómo el déficit habitacional se concentra en los hogares con menos recursos y se encuentran ubicados mayoritariamente en la región Metropolitana. 


Asimismo, se observan cambios en el menor tamaño de los hogares. Los estudios también dejan en evidencia la relevancia que tiene el fenómeno migratorio para explicar el déficit habitacional y específicamente el componente de vivienda no ampliable. 


Ello también debiera ser tomado en cuenta a la hora de generar soluciones y cambios en la política social. Respecto al Plan de Emergencia Habitacional, es urgente que, dado el aumento en los requerimientos, se pongan metas más ambiciosas, se refuerce la gestión habitacional y se agilicen los procesos para dar una solución a las familias que llevan años esperando por una vivienda definitiva, especialmente en los programas que son para los grupos más vulnerables.

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