Reforma al Sistema Político

Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble

Reforma al Sistema Político 

Un grupo transversal de senadores del Partido Socialista, Partido por la Democracia, Evópoli, Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente ha propuesto una reforma constitucional para introducir modificaciones al sistema político en el sentido de reducir la fragmentación, fomentar la gobernabilidad y reducir el discolaje. 

La reforma si bien se orienta en la dirección correcta al fijar como objetivo el corregir las dinámicas fragmentarias de nuestro sistema de partidos políticos que han surgido a partir de la implementación del sistema electoral proporcional aprobado durante el segundo mandato de la Presidenta Bachelet, plantea un conjunto de fórmulas que deben ser analizadas con mayor profundidad en la medida que algunas de ellas podrían ser contraproducentes a los objetivos trazados por el mismo proyecto de ley. 

La reforma propuesta por un grupo de senadores tiene valor en su objetivo de reducir la fragmentación y fortalecer la gobernabilidad, pero su formulación presenta algunas debilidades que podrían limitar su efectividad e incluso generar efectos contrarios a los buscados. 

La flexibilidad del régimen de transitoriedad en la aplicación del umbral del 5% para el acceso al escaño y la posibilidad de formar federaciones de partidos podrían permitir que los partidos más pequeños soslayen con facilidad los nuevos requisitos, hipotecando los objetivos de la reforma. La fórmula de pérdida del escaño ante renuncia a la militancia de un partido es un mecanismo más propio de sistemas de votación en lista cerrada que en esquemas de listas abiertas, donde los electores votan por personas, y parece una sanción excesiva. 

Se propone un esquema sancionatorio que se acote al ámbito de la actividad parlamentaria y que se operativice a través de la figura de los comités parlamentarios. La iniciativa no considera modificaciones esenciales al sistema electoral, como la reducción de la magnitud de los distritos o una revisión del financiamiento partidario, elementos que inciden directamente en la fragmentación política, y, por ende, podría no resolver el problema de fondo. 

Como se señaló, la fórmula planteada no modifica la esencia del sistema electoral al no alterar la magnitud de los distritos ni el número de escaños que se eligen por unidad electoral. Sobre lo anterior, la evidencia muestra que modificar la magnitud de los distritos es la manera más directa y eficaz para abordar la problemática de la fragmentación. 

La propuesta tampoco aborda otros ámbitos sistémicos que también han incidido en la fragmentación del sistema de partidos, como es el caso del financiamiento público a los partidos, que ha provocado el fenómeno de “pymes políticas”. 

La reforma, podría ser una oportunidad de revisar las fórmulas de financiamiento a la política, pero este tema no ha sido considerado dentro del proyecto de ley. Con todo, es de esperar que durante la tramitación legislativa la iniciativa sea perfeccionada. 

La aprobación de una reforma que tendrá un impacto limitado al no corregir la raíz del problema, también puede ser un problema, en términos de la expectativa generada y de la validación de un sistema electoral proporcional que ha sido nocivo para la gobernabilidad de nuestro país.


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