Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble
Completar la enseñanza media para mejorar los salarios y la productividad
En Chile, 5.300.000 personas aún no logran completar la enseñanza media, y en nuestra región de Ñuble llegan casi a los 70.000 lo que constituye una de las principales barreras para acceder a mejores oportunidades laborales y alcanzar mayores niveles de bienestar. Terminar este ciclo educativo no solo representa un logro personal, sino que además es un requisito fundamental para insertarse con éxito en el mercado de trabajo actual, cada vez más competitivo y exigente.
Los datos muestran que quienes no cuentan con enseñanza media completa suelen enfrentar serias dificultades para acceder a empleos formales. En muchos casos quedan restringidos a labores de baja calificación, con alta rotación, sin contratos estables y con ingresos significativamente inferiores al promedio. Por el contrario, quienes logran finalizar este nivel educativo tienen más posibilidades de acceder a trabajos con mayor estabilidad, mejores condiciones contractuales y un salario superior.
La brecha es clara: la educación se traduce en mejores ingresos. Pero más allá de la diferencia en remuneraciones, completar la enseñanza media tiene un efecto directo sobre la productividad del trabajo. Una persona con mayor nivel de escolaridad está mejor preparada para manejar nuevas tecnologías, adaptarse a los cambios de la economía digital y enfrentar los desafíos de la automatización.
En Ñuble con altos niveles de cesantía y bajos salarios, la capacitación es fundamental aumentando la productividad individual que se transforma así en productividad colectiva, pues empresas y sectores enteros se benefician del mejor desempeño de trabajadores más capacitados. Asimismo, el impacto social de contar con una población que ha completado la enseñanza media es significativo. Se reducen las brechas de desigualdad, aumenta la movilidad social y se fortalece la cohesión comunitaria.
La educación permite que las personas participen más activamente en la vida democrática y que enfrenten con mayor autonomía las decisiones que afectan su vida cotidiana, desde el acceso a la salud hasta la posibilidad de emprender. Desde el punto de vista económico, invertir en que más chilenos terminen sus estudios secundarios es una de las políticas públicas más rentables.
La evidencia internacional señala que cada año adicional de educación se traduce en un aumento promedio del salario, y en consecuencia, en un mayor aporte al crecimiento del PIB. No se trata solo de un beneficio individual, sino de un círculo virtuoso donde el progreso de cada trabajador impulsa el desarrollo del país. En definitiva, completar la enseñanza media no puede ser visto como una opción, sino como una necesidad. Para quienes abandonaron sus estudios, existen programas de nivelación y segundas oportunidades que permiten retomar el camino que hay que reforzar y fomentar.
El mensaje debe ser claro: terminar el colegio abre puertas, mejora las condiciones de vida y fortalece la productividad nacional. La educación es la llave que transforma los sueños personales en realidades colectivas, y su culminación en la enseñanza media es el punto de partida para un futuro más justo y próspero.
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