Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble
Inversión Pública y Crecimiento
Con los datos preliminares de 2023, la economía creció solo 0,2%. Así, Chile completó 11 años con una tasa de crecimiento económico en torno a 2% promedio anual, muy distinta a la tasa promedio alcanzada en las décadas previas.
Esta década de estancamiento económico ha evidenciado lo indispensable -mas no suficiente- que el crecimiento sostenido y estable es necesario para mejorar la calidad de vida de las personas. Orientar las decisiones hacia el crecimiento económico son perfectamente compatibles con beneficios sociales, pero no hay que olvidar que, en general, estas últimas ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y sus familias, pero no resuelven el problema de fondo de cómo esas personas son capaces de generar ingresos autónomos a través del mercado laboral, única solución fiscalmente sostenible y que evita la dependencia del Estado.
Pero para ello se requiere crecer sostenidamente y un requisito previo es que la inversión permita ampliar la capacidad productiva de la economía. Esta debe ser tanto pública como privada. La privada, si es gasto en maquinaria y equipo o construcción y otras obras, amplía la capacidad de la economía de crear riqueza, que luego se distribuirá en la forma que la sociedad acuerde.
La pública, en tanto, si es gasto en carreteras, aeropuertos, puertos, aumenta la productividad del sector privado, y si es en salud y educación, mejora la productividad laboral, ayudando a generar más y mejores puestos de trabajo. Por tanto, ambas inversiones son complementarias, no sustitutas.
El bajo crecimiento de la última década es el causante de un estancamiento en el nivel de vida de las personas. Uno de los ingredientes para ampliar las capacidades de la economía es la inversión, tanto privada como pública.
Sin embargo, desde 2011 que se observa una sub ejecución del gasto en inversión pública en promedio de 8% anual. Desde que existen datos comparables, los años 2022 y 2023, por diversos motivos, han sido los años de más baja ejecución. Los sectores más rezagados han sido aquellos que más afectan a los vulnerables, como educación y salud.
Para este año, 2024, esperemos que se cumplan las propuestas consideradas en la Ley de Presupuestos del 2024.
No hay duda que se necesita crecer sostenidamente para mejorar las condiciones de vida de las personas, especialmente de los más vulnerables. Pero sin inversión, tanto pública como privada, no es posible que una economía tenga la capacidad de crear más riqueza. Se requiere de un convencimiento a nivel político de la importancia de mejorar la gestión necesaria para mejorar el 82% de ejecución que mostró la inversión pública y entender que dicho gasto tiene un impacto importante en el crecimiento económico, elemento indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas en forma permanente.
Dada la mayor importancia que ha ido adquiriendo la inversión, tanto pública como privada, es fundamental exigir a las distintas autoridades responsables de la elaboración, aprobación y ejecución del Presupuesto de la Nación, que fijen prioridades genuinas y que sean más rigurosos al fiscalizar la ejecución de los gastos comprometidos; de lo contrario, el crecimiento seguirá siéndonos esquivo.
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