Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble
Cuenta Publica 2024.
En la cuenta Publica del 1 de junio el Gobierno intento perfilar un cuadro de normalización del país, en circunstancias de que la realidad es completamente disímil al escenario descrito, con criminalidad al alza, la patente vulnerabilidad de nuestras fronteras ante la inmigración irregular, listas de espera en el sector salud que no disminuyen, estancamiento económico y un mercado laboral débil.
El Presidente probablemente se arrogo logros como el significativo avance de la agenda de seguridad, sin hacerse cargo que esta es una agenda que nunca contó con el respaldo de los líderes que hoy encabezan el Gobierno, incluyéndolo a él mismo.
Además, esta batería de proyectos ha logrado ser aprobada, en gran medida, por la actitud de colaboración de la oposición, la que contrasta con el estilo opositor ejercido por el actual oficialismo durante el segundo mandato del Presidente Piñera.
El discurso pudo ser una oportunidad para reconocer errores y enmendar el rumbo pero prefirio insistir en reformas mal orientadas respecto a las necesidades del país, como la reforma de pensiones del Gobierno, el Pacto Fiscal, la negociación colectiva ramal o la condonación del CAE, o como los proyectos para legalizar la eutanasia y el aborto libre que están lejos de las prioridades de los Chilenos y el reconocimiento de que el país necesita más de 600 mil nuevas viviendas y que durante este mandato se han construido a la fecha sólo 117 mil viviendas además de celebrar que el país crecerá apenas 2,7% en 2024.
Al tratarse ya de su tercera cuenta pública, más que tiempo de anuncios, los que parecen destinados a transformarse en meros gestos testimoniales, parecía una ocasión propicia para realizar un balance de su gestión que, a todas luces, ha sido negativa y en vez de estabilidad el país esta en una situación de estancamiento que sufren no solo los miles de cesantes sino que también las victimas de la delincuencia y el crimen organizado.
El Presidente, necesariamente deberá lidiar, en lo que queda de mandato, con signos de una incipiente oposición interna a su bloque de respaldo político, debiendo poner énfasis en áreas de gestión que no son propias de su línea de pensamiento -como la agenda de seguridad- y relevando aspectos de políticas implementadas durante su administración que, más allá de lo simbólico, han tenido un escaso impacto en la situación económica y social del país, el signo mas evidente fue la clara molestia de la Democracia Cristiana por instalar el tema del aborto en la agenda considerando que un proyecto similar ya se rechazo en la cámara de diputados y están haciendo un esfuerzo por pactar en le elección municipal y en la próxima parlamentaria.
Podemos destacar algunos anuncios positivos también que si le hacen sentido a los chilenos como la creación del Ministerio de Seguridad, Bono de reconocimiento a 24 mil carabineros que trabajan en las calles, y el acuerdo con el Congreso para un nuevo fast track esta vez en materia económica.
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