Fitch mantiene calificación crediticia de Chile y advierte que ventana de Boric para reformas clave está "cerrándose"

Fitch mantiene calificación crediticia de Chile y advierte que ventana de Boric para reformas clave está "cerrándose"

La agencia destacó que las calificaciones del país están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, con una deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares.
La clasificadora Fitch Ratings reafirmó la calificación de Riesgo de Emisión (IDR) en moneda extranjera a largo plazo de Chile en `A-`. En tanto, la perspectiva de la calificación es "Estable".

La agencia destacó que las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, con una deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares. "Las calificaciones también reflejan sólidos indicadores de gobernabilidad y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible", apuntó.

Estos puntos fuertes se ven contrarrestados por una renta per cápita que, según las previsiones de Fitch, seguirá siendo baja en comparación con sus homólogos, una elevada dependencia de las materias primas y unos débiles indicadores de apalancamiento externo y liquidez.

Por otro lado, la entidad señaló que a pesar del estancamiento político y la baja popularidad, el Presidente Gabriel Boric ha hecho algunos progresos en su agenda. "Sin embargo, la ventana para llevar a cabo sus reformas estructurales clave podría estar cerrándose, con las elecciones municipales de octubre y las elecciones generales de noviembre de 2025", advirtió.

En este mismo punto, mencionó que el Gobierno aceleró algunas medidas vinculadas a la reforma tributaria (es decir, el pacto fiscal), y el proyecto de ley de pensiones en el Congreso, pero la aprobación no está garantizada.

"Fitch considera que la imposibilidad de aumentar los impuestos para hacer frente a las presiones sobre el gasto constituye un inconveniente, ya que podría dar lugar a desviaciones presupuestarias", dijo.

El pacto fiscal pretende aumentar los ingresos en un 2,7% del PIB al año en un estado estacionario. Sus medidas clave (contra la evasión fiscal, 1,5% del PIB y a favor del crecimiento) podrían aprobarse, pero no se sabe con certeza si generarán plenamente los ingresos previstos.

La reforma de las pensiones se enfrenta a la oposición en el Senado, aunque existe consenso sobre el aumento del tipo de cotización y de la prestación de jubilación universal, el paso a un sistema de pensiones mixto y una mayor competencia del sector.

Por otro lado, Fitch espera que la posición fiscal del gobierno central mejore en 2024, con un déficit del 1,9% del PIB (en línea con la previsión de Hacienda) frente a un déficit del 2,4% en 2023. "Fitch espera que los ingresos mejoren durante el resto de 2024 gracias a la recuperación del crecimiento y al aumento de los precios del cobre", indicó.

El crecimiento del gasto debería disminuir a medida que se normalice el gasto corriente y se ralentice la ejecución de capex. Los riesgos a la baja incluyen la persistencia del bajo desempeño de los ingresos, el potencial apoyo a Codelco y la expansión o extensión de subsidios transitorios para mitigar el alza de las tarifas eléctricas para los más vulnerables.

Con respecto a la actividad, Fitch espera que el PIB se recupere al 2,8% en 2024 tras un débil crecimiento del 0,2% en 2023, a medida que el consumo privado se vea impulsado por una menor inflación y tasas de interés y las exportaciones netas aumenten en medio de una mayor producción minera.

La inversión seguirá siendo débil. Los riesgos a la baja son nuevos retos operativos en el sector minero y una menor demanda mundial de cobre (principalmente en China).

"Después de 2024, Fitch considera que el crecimiento convergerá hacia el potencial a medio plazo del 2%-2,5%. Podría haber alzas si Chile logra atraer inversiones hacia sectores cruciales para la transición energética", advirtió.

En tanto, mencionó que la inflación general y la subyacente parecen haberse estabilizado en torno al 3,4% (por encima del objetivo del 3%). Sin embargo, ante la atonía de los servicios básicos y la descongelación de las tarifas eléctricas en los próximos meses, las perspectivas de una mayor desinflación parecen complicadas a pesar de las menores presiones sobre las divisas y los precios de los combustibles.

"Las expectativas de inflación son del 3,9% a finales de 2024 y del 3% a finales de 2025", indicó. Con respecto a la política monetaria, mencionó que el Banco Central ha recortado el tipo de política monetaria en 550 puntos base, hasta el 5,75%, desde junio de 2023, y tiene previsto seguir relajándolo.

"Esta trayectoria podría verse complicada por la elevada incertidumbre en torno a los efectos de segunda ronda ligados a la descongelación de las tarifas eléctricas y a la orientación de la política monetaria de la Reserva Federal, más elevada y más prolongada", agregó.

Comentarios