La desconocida mina de carbón que se oculta debajo de sector residencial de Concepción
Una mina de carbón abandonada se extiende cientos de metros por debajo de uno de los sectores más residenciales de Concepción. Expertos descartan que exista un riesgo inminente de hundimientos. Sin embargo, apuntan a la necesidad de que se realicen estudios para conocer el estado actual de las antiguas galerías reforzadas con palos de eucaliptus.
Antiguas galerías mineras subterráneas, en completo abandono, se extienden cientos de metros por debajo de las Lomas de San Sebastián, uno de los sectores más residenciales de la comuna de Concepción. Son los vestigios de explotaciones de carbón de piedra llevadas a cabo a partir de 1910 y que se sucedieron —de manera intermitente— por unos 90 años.
En su auge, allí trabajaron más de un centenar de mineros. La mayoría, cuentan quienes conocieron de cerca las tareas, obreros traídos especialmente desde la comuna de Lota que fueron reclutados por su experiencia en la materia. Todo en medio del declive de la actividad en esa zona del Bío Bío ubicada a 35 kilómetros de distancia.
En la actualidad son varias las familias que viven sobre las ruinas mineras de esta zona de Concepción. Pero, ¿la existencia de la minera constituye o no un riesgo para sus hogares?
Expertos en la materia consultados por este medio coinciden en que, a priori, el hecho de que existan galerías mineras por debajo de construcciones no supone un riesgo inminente. Eso sí, apuntan a la necesidad de que se realicen estudios para comprobar el estado de añosos corredores erigidos con palos de eucaliptus.
Las galerías
Según pudo comprobar BBCL Investiga, después de revisar planos oficiales que están en los anaqueles del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), el ingreso al chiflón principal o “bocamina” como se conoce técnicamente se ubicaba justo donde hoy están los estacionamientos del Colegio Almondale Lomas.
Hoy, por razones obvias, el ingreso a la mina está totalmente sellado. En los mismos planos se señala hacía dónde se extienden las galerías subterráneas. En rigor, el chiflón principal avanza poco menos de 300 metros, casi en paralelo a la actual avenida Costanera Andalién que pasa precisamente por fuera del establecimiento educacional.
Otros túneles secundarios, mediante los que se hizo seguimiento a vetas o que sencillamente se ocupaban para ventilar la mina, se extienden por hasta unos 100 metros en dirección hacia el suroeste, tomando como referencia el chiflón más grande. En rigor, justo por debajo de casas que se ubican frente al mencionado colegio.
La inspección del Sernageomin
De acuerdo con antecedentes recopilados por la Unidad de Investigación de BioBioChile, fue a mediados de la década de 1980 cuando comenzó un segundo boom en la explotación minera en el Fundo Las Monjas, emplazado entre el río Andalién y la avenida Alessandri que conecta la rotonda El Trébol con el Aeropuerto Carriel Sur del Gran Concepción.
Antiguos documentos, a los que tuvo acceso este medio, dan cuenta de las obras desarrolladas primero por Minas El Rosal y luego por la Sociedad Minera Navidad Limitada.
Los antecedentes están contenidos en un informe del Sernageomin, elaborado a partir de una inspección de fines de octubre de 1995.
En la oportunidad, un funcionario del Sernageomin recorrió la mina en compañía de un representante de Petrox S.A. La idea era constatar, entre otras materias, cómo las obras mineras interferían con el oleoducto subterráneo que pasa por esa zona y que se utiliza para traer crudo desde Argentina.
A su llegada, según se lee en el informe, el inspector constató que las obras estaban abandonadas y la presencia de dos bocaminas que respectivamente daban acceso a dos chiflones: “El Camello” y “La Porfiada”.
El primero tuvo su apogeo a partir de 1910, cuando en esa zona se comenzó a explotar carbón al alero de Minas El Rosal. Testigo de aquellas operaciones, detalla el documento, era un pique de 40 metros de profundidad y 2 metros de diámetro que a esa altura (1995) mantenía “su estructura en buenas condiciones”.
Mientras, el chiflón La Porfiada corresponde a las obras que se iniciaron en 1985 por parte de Minera Navidad y que se extendieron de forma intermitente hasta fines del siglo pasado.
Así, en la inspección en terreno de octubre de 1995, se constató que tomando como referencia la bocamina, el avance de la explotación del chiflón principal de La Porfiada se había extendido —a esa fecha— por unos 280 metros en dirección hacia el oeste.
¿La profundidad? En el extremo, el avance de la explotación del chiflón La Porfiada llegaba a unos 60 metros bajo tierra. Para entonces se trataba de galerías que presentaban “una fortificación estable” a juicio del funcionario del Sernageomin que fiscalizó.
En su informe, el empleado dejó consignado que los dueños de la concesión minera no habían informado oficialmente la paralización de las obras, lo que se reñía con la legislación vigente.
Con todo, instruyó dos medidas de seguridad que debían realizarse de inmediato:
-Se deberá sellar, mediante castillos empaquetados, ambas bocaminas, chiflones: La Porfiada y El Camello.
-Deben comunicar por escrito al Servicio, la paralización de la faena minera.
En caso contrario, advirtió el inspector estatal “atendida la naturaleza de la situación en que se encuentra la mina donde se pueden ocasionar accidentes a terceros, si no se cumplen las acciones correctivas descritas anteriormente, se dispondrá del cierre total de la faena”.
Concesión vigente
Eso último no ocurrió. Antecedentes recopilados por BBCL Investiga confirman que al día de hoy, 19 años más tarde, la concesión minera está absolutamente vigente. Registros en línea del Sernageomin indican como propietaria a la Sociedad Legal Minera (SLM) Nora Primera de Concepción.
Actualmente, la concesión tiene una extensión de 80 hectáreas divididas en ocho pertenencias (de una hectárea cada una) y figura a nombre de Eduardo Montoya Apablaza, quien murió en septiembre de 2023, a sus 79 años, producto de una falla orgánica múltiple en el Hospital Regional de Concepción.
Este último, confirma una escritura tenida a la vista por este medio, había adquirido la Sociedad Minera Navidad el 31 de diciembre de 1992.
Lo cierto es que al día de hoy es el antiguo socio de Montoya Apablaza, Abelardo Riquelme Bustos, quien asegura haberse encargado de mantener los pagos al día de la concesión.
¿Riesgo inminente? No
BioBioChile consultó docentes expertos en antigua minería y geología que subrayaron en que, el hecho de que hayan galerías subterráneas no supone per se un peligro para las personas que viven en la superficie.
Así lo menciona el destacado ingeniero Técnico de Minas, ingeniero en Recursos Mineros Energéticos y máster en Teledetección y Sistemas de Información Geográfica, Dr. Ramón Díaz Noriega, profesor de Ingeniería Civil de Minas la Universidad de Concepción.
—El hecho de que pase una galería por debajo de una vivienda tampoco implica que sea un riesgo necesariamente (…) Yo me crie encima de la mina Candín. Por debajo de mi casa pasaban galerías de esa mina, entonces no necesariamente porque pasen por debajo de tu casa eso implica un riesgo o un peligro —cuenta el especialista en base a sus estudios y experiencia personal.
Eso sí, el académico enfatiza en que lo ideal va a ser siempre evitar la urbanización en zonas minadas y en sus cercanías. Por lo demás, apunta a la necesidad de que se impulse la realización de estudios que permitan identificar potenciales situaciones de interés.
—Lo que tiene que haber es un buen inventario, una buena información, ¿no? Y una buena gestión de esa información para que para que las autoridades competentes, las municipalidades o los servicios, pues lo consideren —remarca el experto.
En la misma línea, el también docente de la UdeC, Dr. Gonzalo Montalva, ingeniero civil y experto en geotecnia, coincide en que “tiene que ser estudiado todo esto en detalle para poder concluir si es riesgoso o no”.
—En la región del Bío Bío hay muchos lugares donde ha habido minería de carbón subterránea que hoy día ya no se explota y hay estructuras construidas sobre eso. En muchos lugares, no solamente el sector de Las Lomas. En algunos casos hay estructuras gigantes… termoeléctrica, por ejemplo, que no están a 40 o 50 metros de profundidad, sino que a menos metros y no ha pasado nada. Incluso después de haber estado sometidas a uno de los terremotos más grandes de la historia como el de 2010 —subraya el especialista.
Por ello, plantea el académico, en ningún caso se podría hablar que existe un riesgo latente para las personas que viven sobre las galerías de la mina de Lomas de San Sebastián.
—Desde el punto de vista de la experiencia profesional, en términos generales, el riesgo de poner viviendas de un piso de dos pisos o de mediana altura, hasta de cuatro pisos, es muy bajo. Esto, porque esas cargas son bajísimas en comparación con lo que pesa el propio suelo —afirma Montalva.
Por último, el experto destaca que las normas de construcción en Chile son muy estrictas y están en constante actualización. Esto, en definitiva, obliga a las empresas del rubro llevar a cabo estudios de suelo detallados antes de iniciar cualquier proyecto de edificación.
Sospecha de hundimiento
En medio del frente de mal tiempo que afectó la zona durante la segunda quincena de junio de 2024, vecinos del edificio Borde Río ubicado en Lomas de San Sebastián reportaron una situación inquietante.
Con videos y fotografías en mano, aseguraron que dentro del perímetro del condominio se estaban sucediendo algunos hundimientos. Aquello se corrobora con imágenes de la piscina del lugar, que en su parte exterior de cemento presentaba grietas
Además, algunos residentes de primeros pisos se vieron afectados por la entrada de agua hasta sus domicilios.
En este contexto, BBCL Investiga llegó hasta el sector para hablar con el presidente de la Junta de Vecinos de Lomas de San Sebastián.
De entrada, Luis Cabrera Sepúlveda, presidente de la JJ.VV., remarca que en principio la existencia de las galerías subterráneas no es la principal preocupación de los vecinos del lugar.
—La verdad es que no nos preocupa mucho lo que es el túnel. Es una preocupación menor digamos, en el sentido de que sabemos que a lo largo de todo Chile sí existe muchos túneles y no pasa nada —parte señalando Cabrera Sepúlveda tras enterarse de la mina abandonada y conversar con sus asociados sobre el tema.
En este escenario, el dirigente vecinal detalla los principales temores que se han reavivado en la zona como consecuencia de la gran cantidad de lluvia caída este invierno.
—Lo que sí nos preocupa (…) son los socavones que están sucediendo por todos lados. Aquí lamentablemente se construyó sobre humedales y donde habían cauces naturales de varios canales que están a lo largo de todo Lomas San Sebastián. Aquí se ha construido, se ha pavimentado sobre estos canales —sostiene.
Es por eso, cree él, que bastan algunas gotas para que se produzca un “colapso” de las tuberías que se instalaron para evacuar las aguas lluvias. En respuesta, esperan que las autoridades impulsen estudios para determinar si es necesario un cambio o mejoramiento de la infraestructura dispuesta.
Asimismo, apunta a que desde el terremoto hubo variaciones en el terreno que provocaron que las calles perdieran el nivel con el que se construyeron para evacuar las aguas.
—Desde el terremoto del 2010 aquí gran parte de las calles perdieron su nivel y se ve claramente cuando hay lluvia intensa por dónde tiende a irse el agua. Las calles se están destruyendo por lo mismo, porque están con una inclinación y no se evacúan las aguas correctamente. Eso no preocupa, queremos que alguien haga un estudio para saber si el desnivel de de calle es porque en alguna parte se hundió esto. Abajo hay tuberías, no sabemos si las han vuelto a revisar, no sabemos si habrán tuberías rotas —relata.
Es en esa línea, que el presidente de la JJ.VV de Lomas de San Sebastián se muestra crítico sobre la forma en la que se continúa desarrollando el rubro inmobiliario en el sector.
—Aquí lamentablemente siguen construyendo y siguen tapando canales. Por ejemplo, hace un par de meses atrás pavimentaron sobre un canal de evacuación de agua que hay por calle San Martín de Tours y eso podría colapsar —
Por último, el dirigente reitera la exigencia para que se lleven a cabo estudios con la finalidad de dar certezas a los vecinos de la zona.
—A nosotros nos gustaría que las autoridades dieran una tranquilidad clara a la comunidad sobre si hay algo que podría pasar o que no va a pasar… pero que ellos lo digan, sus especialistas, que no se van a producir daños en lo que ya está construido (…) A nosotros no nos ha llegado a ninguna información con respecto a daños de alguna construcción, pero sí rumores de que estaría pasando algo y eso nos preocupa —sentencia.
BioBioChile tomó contacto con la Municipalidad de Concepción para conocer qué antecedentes tenían ellos sobre la antigua minera abandonada y saber si se realizaron estudios antes de que en la década de 1990 comenzaran las autorizaciones para construir viviendas en la zona.
En respuesta, y tras consultar directamente al director de Obras Municipales, Juan Andreoli, desde la casa edilicia se remitieron a señalar que él desconocía sobre la situación, manifestando que él no era el director de la DOM cuando se hicieron los cambios de uso de suelo en esa zona
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