Nueva medición de Pobreza en Chile

Frank Sauerbaum
Diputado por Ñuble

Nueva medición de Pobreza en Chile

En diciembre de 2023, se creó una nueva Comisión Asesora Presidencial para actualizar la medición de la pobreza en Chile. Así, se sigue la recomendación de ir actualizando ese instrumento de manera periódica. 

A ocho meses de su conformación, se ha generado consenso en que es necesario modificar ciertos componentes para identificar de manera más apropiada a la población en pobreza. 

La pobreza limita y afecta el desarrollo de las personas. Por lo tanto, contar con una estimación precisa de este indicador permite generar políticas públicas más adecuadas para superar esta condición y apoyar a quienes presentan más carencias. 

En ese sentido, hay una serie de supuestos y aspectos metodológicos que deben ser considerados cuando se mide la pobreza. Entre todos estos elementos están los que definen la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y las implicancias que tiene modificar el tratamiento del alquiler imputado. 

Es probable que estos cambios incrementen el porcentaje de la población que vive bajo la línea de la pobreza. Pese a ello, es crucial tener en cuenta que el objetivo de esta actualización es definir de manera precisa la pobreza y que cualquier ajuste al instrumento para medirla no distorsione la realidad observada. Solo así contaremos con un diagnóstico adecuado. Para actualizar adecuadamente la metodología de la pobreza por ingreso, es necesario considerar varios elementos. 

Entre los que más inciden en la tasa de pobreza se encuentra la definición de la Canasta Básica de Alimentos. Respecto a ella, el mayor desafío para su actualización radica en el grado de sustitución de alimentos por aquellos con mayor aporte nutricional, sin perder el foco de determinar un gasto básico en alimentos en la población. 

Además, es importante tener en cuenta que se está evaluando la posibilidad de crear dos líneas (con y sin alquiler imputado), preservando la idea de que quienes no son propietarios tienen un gasto adicional del que hacerse cargo, por lo que debe ser considerado. 

Sin duda que la exclusión del alquiler imputado implicará un aumento de la estimación de pobreza, especialmente en la población mayor a 60 años, que son quienes tienen mayor proporción de vivienda en propiedad. Independiente de las definiciones que se tomen, es fundamental que las modificaciones estén bien justificadas. Así, cualquier cambio debe preservar la necesaria simpleza del indicador, evitando arbitrariedades y manteniendo su comparabilidad en el tiempo. 

Finalmente, no debe perderse de vista que estas mediciones son instrumentos para orientar la política social, apoyar su buen diseño y la evaluación de la efectividad e impacto de los distintos planes y programas. 

En ningún caso, se debe utilizar el valor de la línea de la pobreza para fijar beneficios sociales, menos aún cuando son programas universales como, por ejemplo, la Pensión Garantizada Universal (PGU)9 . Ello desnaturaliza el instrumento de medición de la pobreza y lo aleja del propósito para el cual fue creado.


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