Israel mata a Ghareeb Alshujaa, comandante de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá
El Ejército de Israel aseguró este viernes haber matado a un comandante de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá, Ghareeb Alshujaa, que dirigía la unidad de misiles antitanque en la zona de Meiss el Jabal, en el sur de Líbano, y al que responsabilizan de orquestar numerosos ataques hacia Israel.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron y eliminaron al terrorista Ghareeb Alshujaa, comandante de la unidad de misiles antitanque de Radwan en Meiss El Jabal, responsable de numerosos ataques con misiles hacia Ramot Naftali, en el norte de Israel”, indicó un comunicado castrense.
Las fuerzas también identificaron y atacaron un lanzador que estaba listo para disparar hacia territorio israelí, además de enfrentarse a una “célula terrorista” de Hezbolá que iba a atacar a las tropas israelíes, agregó la nota del Ejército de Israel.
También confirmaron que, en la mañana de viernes, un misil antitanque disparado desde Líbano impactó en el kibutz Yiron, en el norte de Israel, matando a un trabajador tailandés e hiriendo a otro civil.
Israel también dijo haber interceptado dos vehículos aéreos no tripulados que se aproximaban a territorio israelí, pero no llegaron a cruzar, mientras que se identificaron unos 25 proyectiles lanzados desde Líbano que dispararon las alarmas en las ciudades de Haifa y Krayot, en la costa mediterránea del norte de Israel, algunos de los cuales fueron interceptados y otros impactaron, sin que de momento se hayan reportado víctimas o heridos.
Israel y el grupo chií están enzarzados en un intercambio de fuego desde hace más de un año, en paralelo a la guerra en Gaza, que ha escalado en los últimos días, cuando el Ejército israelí intensificó sus bombardeos en el país vecino y emprendió una incursión terrestre, que ha causado más de 2.100 muertos y 11.000 heridos en Líbano.
La aviación israelí lanzó anoche un bombardeo en el centro de Beirut, dirigido a Wafiq Safa, jefe de la unidad de enlace de Hezbolá que aparentemente salió ileso, pero en el que murieron otras 22 personas; después de que Israel matara hace dos semanas al jefe máximo del grupo chií, Hasán Nasralá.
Antes del inicio de la guerra con Líbano, en Israel habían muerto medio centenar de personas por el intercambio de fuego -la mitad civiles-, mientras que en el país árabe fallecieron unos 700, la mayoría milicianos de Hezbolá, pero también más de un centenar de civiles.
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