Mujer deberá devolver terreno que compró a precio de huevo y ni siquiera pagó

Mujer deberá devolver terreno que compró a precio de huevo y ni siquiera pagó

La Corte Suprema determinó que Yéssica Mardones actuó de manera ilegal al ofrecer a su tía Mary sólo 4,5 millones por un predio que vale 78.

La afectada firmó la compraventa cuando estaba saliendo de un cáncer, en medio de apremios económicos: "Me pillaron volando bajo".

La Corte Suprema ordenó rescindir un contrato de orden de compra y venta de un terreno de 14,2 hectáreas ubicado en Valle Simpson, en las cercanías de Coyhaique, por parte de una mujer que no pagó "el precio justo" a su tía, a quien le ofreció sólo 4,5 millones de pesos, cuando el valor comercial superaba los 78 millones.

La compra se concretó en 2020, cuando Mary Mardones, jubilada de 67 años, venía saliendo de un cáncer, tenía depresión y miedo por su futuro en el contexto de la pandemia del Covid-19, consignó Las Últimas Noticias (LUN).

Su sobrina Yéssica Mardones le ofreció comprar el terreno por el mencionado monto (alrededor de 315 mil pesos por hectárea). A pesar de que el precio era considerablemente menor al valor comercial del predio, Mary Mardones aceptó el trato debido a que "necesitaba dinero para seguir subsistiendo".

Se acercó esta sobrina con intenciones de que le regalara el campo o se lo vendiera barato. Ella me decía que necesitaba un lugar dónde vivir, que estaba haciendo un negocio y que me pagarían con eso. Y caí en la trampa, firmamos el contrato de compraventa, pese a que no me pagó. A los meses reaccioné, me entró la desesperación. Me di cuenta de que me habían engañado, que había caído en el cuento de ella y su pareja", explicó la mujer al diario.

Mary Mardones relató que, en septiembre de 2020, cuando se concretó el trato, su campo costaba aproximadamente 50 millones de pesos y ella lo sabía, pero hasta ahora no entiende por qué aceptó una cifra tan baja de dinero.

"Me pillaron volando bajo. Confié que me iba a responder, no lo hizo y se enojó conmigo, me dijo que no me iba a pagar y que el campo ya era de ella. Me trató muy mal. Fui confiada cuando le di mi firma, eso no se hace. Pero me di cuenta y tomé el impulso para iniciar todas las acciones necesarias para que me devolviera mi propiedad", relató.

Tras lo anterior, en abril de 2021 la mujer interpuso una demanda en el Primer Juzgado de Letras de Coyhaique con el fin de impedir que su sobrina revendiera el predio y para deshacer la compra.

Luego de cuatro años de juicio, el máximo tribunal cerró este martes el caso, dejando firme el fallo de primera instancia que obligó a rescindir el contrato de compraventa; y restituir su campo a la propietaria original.

Tras la resolución, Mary Mardones sostuvo que "el abogado me dijo que antes de fin de año debería estar a mi nombre. Y ella tiene que pagar las costas del juicio y veré si me devuelven algo de lo que he gastado".

"Solo el peritaje de tasación me salió un millón y medio de pesos. Mi sobrina se hizo una casa allá y no sé qué va a pasar con eso, no me interesa nada de ella. Que la saque. Yo le propuse cederle una hectárea y que me devolviera el resto, pero no quiso", señaló.

EL JUICIO
Para lograr su cometido, Mary Mardones presentó una tasación realizada por un perito judicial, que a partir del análisis de compraventas de loteos similares en la zona, determinó que el valor del terreno era de 5,5 millones de pesos por hectárea, por lo que la compra venta debería haberse cerrado por 78 millones 100 mil pesos.

Según explicó el rotativo, el juicio se basó en tres elementos clave: precio justo, lesión enorme y la demostración de que el vendedor recibió la mitad inferior del precio original del bien. Asimismo, la sobrina no pudo demostrar que haya realizado pagos efectivos a su tía.

PRECIO JUSTO
El jurista y socio de CBC Abogados, Rodrigo Cabrera, explicó a LUN que no es usual que se intente anular contratos de compraventa ya realizados, pero aclaró que generalmente escalan cuando se detectan irregularidades que pueden llevar una pérdida patrimonial significativa.

"En este juicio se apeló al concepto de lesión enorme, que busca determinar la existencia de una desproporción entre el precio efectivo pagado y el justo precio del bien inmueble", indicó el abogado.

El jurista agregó que, al acreditar la lesión enorme, el fallo ordena al demandado a completar el precio justo o rescindir del contrato: "Siempre se recomienda a las partes a realizar un estudio de títulos, que permite identificar riesgos y disminuir las posibilidades de futuros litigios relacionados con este u otros vicios".

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