Permisología: El rol de las ONG en el retraso y paralización de proyectos de inversión (y la dura advertencia de director Greenpeace)

Permisología: El rol de las ONG en el retraso y paralización de proyectos de inversión (y la dura advertencia de director Greenpeace)

A través de demandas y campañas, distintas ONGs han logrado paralizar o retrasar proyectos de inversión, argumentando que dañan ecosistemas y comunidades. Con financiamientos millonarios y sin una ley que regule su transparencia, existe una creciente influencia de estas entidades que preocupa y genera incertidumbre entre los inversionistas.

Qué observar. En el último tiempo se ha visto cómo diversas ONGs en Chile han intensificado su oposición a proyectos de inversión en sectores clave como la minería, la salmonicultura y la energía. Argumentan que estas iniciativas generan un impacto negativo en los ecosistemas y comunidades locales.

A través de demandas legales, recursos de protección y campañas públicas, los grupos ambientalistas han logrado detener o retrasar importantes proyectos, lo que ha generado tensiones con el sector privado y el gobierno, que buscan equilibrar el desarrollo económico con la protección ambiental.
En el sector privado preocupa el poder y el control que pueden alcanzar estas organizaciones. De hecho, los mismos grupos lo han reconocido.
Uno de los directores de campaña para Greenpeace Chile, Matías Asun, dijo en una sesión de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara que “yo al menos tengo 56 mil socios donantes, lo que me garantiza judicializar cualquier cosa que me parezca que destruya el Medio Ambiente”.
“Garantizo que puedo agregar unos 2 mil días a cualquier proceso de evaluación ambiental que no cumpla con requerimientos de contaminación”, agregó en el Congreso hace unos meses.
Otro de los puntos que preocupa entre parlamentarios y sectores productivos tiene que ver con el financiamiento de estas organizaciones, el que en algunos casos llega a varios millones de dólares.
Actualmente no hay ley que obligue a las ONGs a transparentar el financiamiento que tienen. Aunque hay un proyecto que se encuentra estancado en el Senado que busca cambiar esa realidad.
Por qué importa. Justamente uno de los temas que preocupa a los inversionistas y que es parte de la llamada permisología, tiene relación con la oposición de ONGs a proyectos de cualquier sector productivo. Señalan que su obstrucción e insistencia es tan férrea, que pueden generar pérdidas millonarias o hasta provocar la suspensión de las iniciativas.

El modus operandi y ejemplos. “La estrategia que más usan es la del desgaste, a través de juicios, por ejemplo. Así los costos empiezan a subir para las empresas y los accionistas comienzan a preocuparse hasta el punto de poner en duda sus planes”, explica Carlos Martínez, cientista político y consultor en temas ambientales.

Agrega que muchas veces los inversionistas no resisten ante la presión y ceden.
Para llevar adelante su activismo, las organizaciones buscan el financiamiento de fondos en el extranjero y en algunos casos, en reconocidas marcas.
Conocedores del tema señalan que Fima es una de las organizaciones más poderosas actualmente, en términos de apoyo y financiamiento.
Sólo entre 2020 y 2022, la ONG llevó a los tribunales 14 proyectos que involucraban una inversión de US$ 352 millones en la Región de Magallanes, según constató SalmonExpert.
En el sector portuario también se ha visto la influencia de grandes nombres. La reconocida marca Patagonia, entre las distintas causas que apoya, se encuentra el proyecto Ojos del Mar, organización que busca defender humedales en San Antonio a través del activismo ambiental. También tiene el respaldo de Greenpeace y Fima.
Justamente uno de los territorios que buscan proteger coincide con la importante ampliación del puerto más grande del país, la que lleva años detenida y que significa una inversión de casi US$ 4.000 millones.
También es conocida la oposición de Greenpeace al proyecto minero de Los Bronces de Anglo American. En agosto, los activistas de la organización se colgaron sobre el puente Nueva Tobalaba y desplegaron un cartel de 25 metros sobre el río Mapocho con el mensaje: “Más minería en glaciares, menos agua para Santiago”, con el objetivo de alertar sobre el potencial impacto los glaciares de los Andes Centrales en el marco de la expansión de la mina.
La oposición al hidrogeno verde y el litio. En los últimos años, ha habido un consenso respecto a la importancia de las industrias emergentes donde Chile tiene ventajas respecto a otros países, por ejemplo, el hidrógeno verde y el litio. En el primero, el actual gobierno decidió seguir la hoja de ruta que había presentado el expresidente Sebastián Piñera. Y en el segundo, presentó su propio plan, la Estrategia Nacional del Litio.

A pesar del rol que tienen estos recursos en la transición a energías más limpias, son muchas las ONGs que se han opuesto al mecanismo que ha planteado el actual gobierno.
El año pasado, más de 70 organizaciones ambientales rechazaron el modelo de hidrógeno verde que ha impulsado la administración del Presidente Boric. Acusan que el desarrollo del hidrógeno, tal como está propuesto, profundiza escenarios de injusticia ambiental, y consecuencialmente de conflictos socioambientales y judicialización.
Conocedores del tema esperan que vaya creciendo el financiamiento y el apoyo para este tipo de causas, las que últimamente han marcado la pauta en términos de ingresos de proyectos a trámite ambiental.
Justamente en Magallanes se pretende desarrollar un proyecto de amoníaco verde, el cual significa una inversión de US$ 11 mil millones, siendo la iniciativa de mayor monto en tramitación ambiental.
El proyecto estancado que podría ser clave. El proyecto que obliga a las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) a transparentar sus ingresos y mecanismo de financiamiento, que es de autoría del diputado Miguel Ángel Calisto, se aprobó en la Cámara en octubre de 2023. Sin embargo, hoy se encuentra estancado en el Senado, a la espera de que sea discutido y votado.

El diputado afirma que todos tienen derecho a opinar, pero hay que saber quiénes son y quiénes respaldan a estas organizaciones económicamente.
Sostiene además que “hay intereses que están relacionados con empresas. Entonces, cuando hay una ONG que se opone al desarrollo de una actividad productiva en Chile y que apunta a una compañía en particular, ¿cómo se yo que no está siendo financiada por la empresa que es su competencia? Es perfectamente posible”.



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