El mundo de Cathy: cómo han sido sus 11 días tras las rejas

El mundo de Cathy: cómo han sido sus 11 días tras las rejas

La exalcaldesa de Maipú está privada de libertad en medio de acusaciones de un millonario desfalco a las arcas fiscales de la comuna. Y si bien en un inicio estuvo en estado de shock, de a poco -dicen quienes la han visitado- ha ido encontrando desafíos en medio de su “infierno”. Y es que ha dicho que una vez que recupere su libertad, una de sus banderas de lucha será mejorar las condiciones para las presas del país.

¿Qué significa “estar playa”? fue una de las primeras interrogantes que rondó en la exalcaldesa de Maipú Cathy Barriga (independiente, apoyada por la UDI), cuando una interna de la Cárcel de San Miguel -tras saludarla afectuosamente en una zona de visitas-, le dijo que tenía suerte, porque estaba en la zona denominada “la playa”.

Y es que en jerga penitenciara “estar playa” significaba estar tranquila, sin preocupaciones como lo que sucede en el dormitorio número 2, al que fue asignada el 12 de noviembre, hace 11 días, cuando el Noveno Juzgado de Garantía -de forma sorpresiva- la dejó en prisión tras ser reformalizada por la fiscal de Alta Complejidad Oriente, Constanza Encina.

La licenciada en sicología y conocida figura de la TV, exchica Mekano, está siendo investigada por un millonario fraude a las arcas fiscales de Maipú, de más de $ 31 mil millones, cuando se desempeñó como alcaldesa entre el periodo de 2017 y 2021.

Hasta el momento, la justicia había rechazado su prisión preventiva y permaneció 10 meses bajo arresto domiciliario total. Pero llegó el 12 de noviembre, cuando el Ministerio Público le atribuyó una serie de nuevos cargos, que hicieron que el juez Hugo Torres -el 12 de noviembre pasado- considerara que la gravedad de los delitos atribuidos a la exjefa comunal hacían que su libertad fuera un peligro para la seguridad de la sociedad y ordenó su ingreso a la Cárcel de San Miguel.

Ni siquiera la Fiscalía Oriente lo imaginaba, ya que la petición de prisión preventiva fue planteada sólo por los querellantes ese día: el abogado José Pedro Silva (quien representa al alcalde Tomás Vodanovic (FA)) y el Consejo de Defensa del Estado (CDE). Tampoco se lo esperaba la imputada, quien ese día vestía de impecable traje y tacos, un outfit totalmente fuera de lugar para un penal chileno.

Aterrizaje forzoso
Fue tan repentino todo, que cuando Cathy Barriga llegó la tarde del martes 12 de noviembre hasta la Cárcel de San Miguel no tenía ropa adecuada para poder sobrellevar esa noche. Por su alto perfil público, y como deber de Gendarmería, fue trasladada de inmediato al dormitorio número 2. Ahí estaba la abogada Leonarda Villalobos, protagonista del caso Audio, quien -según versiones de las internas- la recibió con un abrazo. Junto con esto, le compartió ropa holgada y sport, la que suelen usar todas las internas que habitan ese lugar.

Sin embargo, hubo una prenda que la mujer -quien fue quien grabó una polémica conversación de Luis Hermosilla con el empresario Daniel Sauer- no pudo “prestar”.

Y es que Villalobos es bastante más baja y menuda que Barriga, por lo que fue otra interna, de nacionalidad haitiana, quien le pasó uno de sus pantalones para abrigarse esa madrugada.

Barriga estaba en shock mirando cómo su vida había cambiado en solo horas. De salir de su residencia en Peñaflor en la mañana, la que comparte con su esposo, el diputado (ex UDI) Joaquín Lavín León, y sus tres hijos, y trasladarse al Centro de Justicia, para luego dormir en una litera junto a otras 19 imputadas en un dormitorio masivo (15 chilenas y cuatro extranjeras). “No caía en cuenta, no lo podía creer, estaba como disociada”, dice una persona que visitó el recinto carcelario femenino al día siguiente de que fuera su ingreso.

¿Pink is the new black?
Pero las malas noticias para Cathy Barriga continuarían. Al día siguiente su esposo, el parlamentario, tuvo que enrolarse para poder ingresar a verla (es decir, hacer un trámite ante Gendarmería) y sólo su abogado, el penalista Cristóbal Bonacic, pudo entregarle encomiendas, entre las que se encontraba ropa y uno de los outfits favoritos de la exalcaldesa para entrenar: prensas deportivas de color rosado.

Los anhelos tanto de la imputada como de su familia y sus abogados estaban en la Corte de Apelaciones. Pero el lunes pasado, 18 de noviembre, se catapultó cualquier esperanza de dejar la cárcel. Ese día, de forma unánime, el tribunal de alzada capitalino confirmó la medida cautelar de la exjefa comunal, ya que, a su juicio, “teniendo en consideración el número, naturaleza y gravedad de los delitos, permiten estimar que la libertad de la imputada constituye un peligro para la seguridad de la sociedad”.

“Le dio color”
Una interna de la Cárcel de San Miguel, pero externa a “la playa” o zona “VIP” del recinto, grabó y difundió -a través de TikTok- una actividad en que Barriga aparecía vestida de impecable rosado bailando la canción de Chichi Peralta llamada “Procura”.

Como un déjà vu de la época del popular programa juvenil Mekano, se la podía ver bailando junto a otras internas en medio de una clase de “zumba”. “Le da color”, se puede escuchar que dice la reclusa que captó el registro y cuya celda fue allanada este viernes, para incautar el celular, ya que están prohibidos los dispositivos electrónicos.

Quienes han podido hablar con Barriga aseguran que transcurridos los días, la mujer -a diferencia de otras internas- se ha resignado a su compleja situación. De hecho, se ha transformado en una figura a la cual las imputadas de otros dormitorios le piden atención. Le gritan: ¡Cathy, un saludo!, a lo que ella responde con sonrisas, mandando besos y corazones con sus manos.

Una de las visitas que tuvo esta semana fue su suegro, el exalcalde y ministro Joaquín lavín (UDI). Si bien sostuvo que era “muy duro” ver a una persona privada de libertad, sostuvo que “la verdad la vi bien. Ella es muy fuerte, ustedes lo saben también y dentro de todo el drama que están viviendo como familia, la vi alegre, con ganas de tirar para arriba”.

Una nueva lucha
El martes pasado, un día después de que la Corte terminara con sus esperanzas de un pronto retorno a casa, Barriga se despertó temprano.

A eso de las 8.00 se escuchaba un estridente ruido de una radio con cumbias y reggaetones que venía de otras piezas. La exalcaldesa se levantó y comenzó a hacer su rutina de ejercicios, su compañera de cuarto -la misma mujer haitiana que le había proveído de pantalones-le dijo si podía seguirla. A lo que Barriga habría asentido, no sin antes advertirle que cuando ella salga hará todo lo posible para que las condiciones de las mujeres presas mejoren en Chile.

“Es muy indigno”, manifestó respecto de las condiciones en las que vive, sin saber por cuánto tiempo más se prolongará esa situación.

Comentarios