“Mi padre le tenía un cariño muy entrañable a Chillán y su gente”

“Mi padre le tenía un cariño muy entrañable a Chillán y su gente”

Esta semana, Rosita Vinay visitó la ciudad cuna de su padre en el marco de un viaje que realizó a Chile invitada por la Universidad Central, la que hizo un homenaje a Ramón Vinay en su aniversario 113. El homenaje de la academia fue la excusa perfecta para que Rosita pudiera visitar la tumba de su padre en el Parque de los Artistas, recorrer las calles del Mercado (que colindan con la casa en donde Vinay nació), compartir con los estudiantes de la Escuela que lleva el nombre del tenor y conocer la escultura de Claudio Arrau, a quien lo unió una profunda amistad con el tenor.

En el marco de estas actividades, Rosita concedió una entrevista a La Discusión Domingo para repasar sus propias memorias respecto a esta ciudad que su padre tanto amó.

¿Por qué decide desviar un poco el trayecto y visitar la ciudad?

Me trae pues el cariño a Chillán, ese que mi papá me puso en el corazón, porque siempre amó su terruño, amó a Chile, pero muy especialmente a Chillán. Fue muy emocionante estar en la Escuela Ramón Vinay, volverles a hablar a los alumnos de la perseverancia, de que si quieres llegar a algún lado muy grande, tienes que estudiar, estudiar y estudiar. También tuve la oportunidad de conocer al alcalde Camilo Benavente porque personalmente no lo conocía. Conversamos temas históricos que tienen que ver con mi padre porque hay algo que me ha estado rondando en la cabeza por mucho tiempo. En su biografía no se ha explicado su nombramiento como Hijo Ilustre Chillán. Tampoco tenemos los antecedentes del mismo nombramiento en Santiago, a pesar que mi prima tiene fotos que dan cuenta de ello. Todas estas cosas me trajeron de regreso en el marco de este homenaje en Santiago. Cuando me invitaron, dejamos con mi esposo las enfermedades guardadas en Puebla y nos vinimos.

Y parece que en Chillán se encontró con grandes cambios como la terminación del Teatro Municipal…

Me tiene fascinada, estoy encantada de haber visto semejante obra, semejante futuro para Chillán. Si a esto le llamamos salvaguardar la cultura, la ciudad sigue teniendo muchas oportunidades para llegar muy alto, tal como lo hicieron antes muchos personajes de la historia artística. Además, veo mucho progreso desde que entramos por la carretera, muchas cosas novedosas, y pues, felicito a Chillán.

¿Cuáles eran los recuerdos que conservaba su padre sobre esta ciudad?

Me contaba la calidez con la que lo recibían. Él era feliz pensando que podía venir a Chillán; en una ocasión que iba a venir se le olvidó el boleto en su casa y como te recuerdas que en aquel tiempo pues era así, si no entregabas el boleto, no salías, y total no pudo venir, se quedó con mucha tristeza en esa ocasión porque perdió el vuelo. Todas las veces que él venía decía que era un descanso, que su alma estaba aquí y pues por supuesto por eso están reposando sus restos acá.

¿Él le manifestó en algún minuto la decisión de descansar en su tierra?

Realmente mi papá quería ser cremado. Cuando el señor embajador de Chile se presentó en la funeraria en Puebla, me dijo que el Gobierno de Chile estaba pidiendo que se trajera el cuerpo (suspira). Yo entonces decidí trasladar sus restos pensando que aquí lo podríamos cremar, pero al llegar supimos que no había crematorio. En ese minuto pensé que esa no era la voluntad de mi papá, pero también me acordé del cariño que le dio el pueblo y lo mucho que él quería a su ciudad y decidí dejar sus restos aunque no fueran cremados como él quería, pero así son las cosas y aquí lo tienen ustedes para recordarlo.

En su visita también tuvo la oportunidad de visitarlo en el Parque de Los Artistas, en donde Ramón Vinay no está solo…

Fue un momento muy especial porque ustedes lo tienen acá. Entonces estar ahí me recordaba los momentos del funeral, la banda, la representación del Presidente, las palabras que se dijeron y cuando en el momento final yo deposité una flor sobre su féretro. Todo eso se me hizo tan vivo. También traje unas flores para Claudio (Arrau) porque fueron muy amigos, mi papá lo respetaba profundamente. También hicimos un momento de oración para agradecer a Dios por esta tierra que lo vio nacer, por el cariño y por preservar su memoria actual.

¿Cómo recuerdan a Ramón Vinay en México?

En México también hemos tenido varios homenajes a mi papá en distintas ciudades y pues yo quisiera que pudiéramos llevar a cabo un gran homenaje en el Bellas Artes. La distancia y la edad hacen que ya no pueda estar tan activa como antes, pero me gustaría por ejemplo llevar el homenaje que hizo León Burgos esta semana en la Universidad Central a México y también traerlo a Chillán. Se siguen haciendo homenajes, pues digamos locales, crónicas en los periódicos, pero finalmente el lugar donde mi papá cantó fue en el Bellas Artes.

¿Cuándo tiene pensado regresar a Chillán para concretar todas estas ideas?

Pues mira, ya tengo ahorita una invitación formal de la alcaldía porque tienen pensado precisamente hacer algo como lo que tenemos aquí en la Plaza de Armas para Claudio (Arrau) y piensan hacerlo también con mi padre; me enseñaron el lugar donde quieren poner la memoria de mi papá plasmada, y me parece a mí una obra de arte. Me dicen que tardará un año y medio y pues si Dios me presta vida y salud, aquí estaré.

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