¿Tolerancia 0?: Vendedores de cerezas salen a las calles del sector oriente y se enciende debate por su legalidad

¿Tolerancia 0?: Vendedores de cerezas salen a las calles del sector oriente y se enciende debate por su legalidad

Tanto desde las asociaciones de comercio como desde los municipios se pone un énfasis en que es necesario fiscalizar esta actividad. "Ley pareja no es dura", subrayan.
"¡Qué tranquilidad!". Ese fue el título -irónico- con el que la periodista Magdalena Miller cuestionó en una carta a El Mercurio a un municipio por ir tras los jóvenes del sector oriente de Santiago que durante estas fechas se instalan a vender cerezas en las calles, con el objetivo de generar ingresos para el verano.

"Mientras los chilenos despertamos todos los días con nuevos portonazos, turbazos y asesinatos, en Lo Barnechea nuestras autoridades vuelven al ataque de los 'peligrosísimos' vendedores de cerezas en un par de esquinas. ¡Qué tranquilidad", expresó en concreto la profesional.

La misiva volvió a abrir un debate que tomó fuerza el año pasado, cuando desde el Gobierno calificaron de "comercio ambulante" la práctica. "El comercio es lícito o ilícito, y las reglas aplican de Arica a Punta Arenas y para todos por igual", indicó en ese entonces el ahora exsubsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara.

La carta de Miller no quedó sin responder. Días después -en el mismo medio- Patricio Reyes Morel defendió el actuar del municipio. "Estimo conveniente recordar que es una actividad ilegal y que el mirar por el lado en estas nimiedades nos ha llevado como sociedad a ir aceptando como normales la ocurrencia de otras faltas o delitos", aseguró.

La periodista volvió a la carga. Y en otra misiva -en la que criticó la clausura de ciertos locales, se preguntó: "¿A tanto llega el despilfarro de recursos? ¿La idea es liquidar el comercio en la comuna? ¿Seguirá el nuevo alcalde en esta cruzada anticomercio o, por el contrario, será un apoyo para quienes quieran emprender y establecerse en esta comuna?".

El edil de la comuna -Cristóbal Lira- tomó la palabra. "La fiscalización de actividades comerciales es un cumplimiento legal, no una decisión arbitraria. En Barnechea la ley es igual para todos y no hacemos excepciones, ya que creemos que en un país justo no deben haber privilegios", recalcó.

"El cumplimiento de la ley no es negociable. En Lo Barnechea no aceptamos comercio ambulante ilegal ni otros actos que afecten el orden público", enfatizó asimismo.

"Tolerancia cero"
Elisa, estudiante de derecho, vive en Las Condes. Y es parte de aquellos jóvenes que venden cerezas durante estas temporadas. Publica una historia en Instagram con los precios y -hecha la transacción- va a dejar el pedido a domicilio.

"Una amiga tiene el dato del proveedor. Yo le compro a mi amiga, a un precio rebajado. Después revendo esas cajas a un precio que me permita recuperar la inversión y tener una ganancia razonable", comenta. "Comencé a venderlas desde mediados de noviembre y planeo seguir hasta finales de diciembre. En general trato de vender en el sector oriente", agrega.

Sus estudios en leyes le permiten tener clara la situación. "Me hace sentido (que sea ilegal) porque no se cuenta con la autorización correspondiente y tampoco se pagan impuestos", asevera.

Si bien en ocasiones puede parecer contraintuitivo, las asociaciones de Pymes están fuertemente en contra de la venta de cerezas en estas modalidades. Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial Nacional, es enfático: "La tolerancia es cero a cualquier tipo de informalidad. No puede ser para un sector sí y para otro sector no".

"Ningún tipo de informalidad puede ser tolerable, aunque sea en mínimos niveles de venta. Aunque quienes la hacen no paguen impuestos si fueran formales. Esto es una pelea de todos contra la informalidad", agrega.

Desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC) la postura es la misma. "La venta de cerezas es comercio ambulante informal, tan informal como quien vende alimentos en la calle sin autorización o cualquier otra mercadería 'lícita' sin autorización. Creemos que se debe perseguir el fenómeno completo y no solo por el hecho de que sea venta de cerezas, frutillas, huevos o cualquier otro alimento, dejar de hacerlo", dice José Pakomio, presidente de la entidad.

En relación al debate que -puntualmente- se dio sobre Lo Barnechea, sostiene que "es llamativo que cuando un alcalde hace su trabajo esto genere noticia: ojalá esto se replicara en todos los municipios y todos los alcaldes cumplieran con su deber de fiscalizar el comercio ilegal en sus comunas".

"Es llamativo que cuando un alcalde hace su trabajo esto genere noticia. Ojalá esto se replicara en todos los municipios y todos los alcaldes cumplieran con su deber de fiscalizar el comercio ilegal en sus comunas
José Pakomio, presidente de la CNC"Este tipo de comercio lo hemos venido normalizando entregando las calles y los centros de las ciudades al comercio ilegal. Tenemos que ser bien claros con quienes están detrás de esto, aquí nadie puede saltarse la fila, 'ley pareja no es dura' y todos deben cumplirla", concluye.

Una mirada similar es la que tiene George Lever, gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS). "En la medida en que dichas actividades se realicen de manera informal, de acuerdo a la normativa vigente corresponde que sean fiscalizadas. No debemos perder de vista las implicancias fiscales, sanitarias, laborales, de protección al consumidor y de competencia de las actividades informales en general", subrayó.

"En este caso especifico, dada la naturaleza de la actividad, nos parece recomendable hacer lo posible por facilitar su formalización, aunque sea en términos transitorios o temporales, a través de un régimen especial, similar al monotributo que se incluye en el proyecto de cambios tributarios", agregó.

Municipalidades: "No puede catalogarse como un persecución"

César Rojas, prosecretario de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch) -que agrupa a 97 instituciones edilicias- explica que "es legalmente correcto no permitir venta de cualquier producto sin contar con los permisos respectivos. Esto se considera como venta ilegal independiente de la situación de quienes venden".

"Una de las principales funciones de los municipios es velar por la legalidad de lo que sucede al interior de las comunas. No se debe olvidar que hay fruterías y otros negocios que venden frutas pagando su patente mientras los vendedores irregulares no tienen intención alguna de regularizarse, convirtiéndose en competencia desleal", agrega también.

Destaca, en todo caso, que las municipalidades, de cumplirse ciertos requisitos, podrían "otorgar un permiso como ambulante". Pero dice que lo que ocurre hoy "no puede catalogarse como un persecución".

Cabe destacar que en el directorio de la Asociación se encuentran las municipalidades de Lo Barnechea, Las Condes, La Reina y Colina, entre otros.

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