El desgarrador llamado de auxilio al 133 del matrimonio asesinado en Graneros

El desgarrador llamado de auxilio al 133 del matrimonio asesinado en Graneros

Intentaron evitar un desenlace fatal. Llamaron al 133 de Carabineros cuando desconocidos irrumpieron en su casa la madrugada de este miércoles 12 de marzo, sin embargo, la comunicación se cortó. El resto de la historia conmocionó a la comunidad de Graneros: Carolina Calleja Lucero de 51 años y su marido Rodrigo González Aguirre de 63 fueron encontrados muertos.

Tras las primeras diligencias en el sitio del hecho, el fiscal jefe de Análisis Criminal O’Higgins, Carlos Fuentes, indicó que el caso “se está investigando como un robo con doble homicidio”.

La llamada

Meganoticias dio a conocer el contenido de la comunicación de auxilio que precedió al homicidio de la pareja, un empresario agrícola vinculado al mundo del rodeo y la encargada de familia de un colegio de Machalí.

“Están robando acá en Nuevos Campos, al fondo, donde está la media luna. Hay como cuatro personas, nos están disparando. Por favor, vengan. Urgente”, pidió la mujer a la operadora que atendió su llamado cuando el reloj marcaba las 3.25 de la mañana, consigna una nota de prensa en la web del noticiero.

Desde la policía uniformada se explicó que debieron acudir a georreferenciación para ubicar el domicilio del matrimonio, debido a que no les entregaron la dirección.

Según el registro de la llamada, cuando se solicita la ubicación de las víctimas, la mujer responde: “Acá en La Compañía con Nuevos Campos, donde está el Cristo afuera”.

“Por favor, vengan. Hay como cinco personas. Estamos solos y nos están disparando. Por favor”. imploró Carolina Calleja.

Mientras le seguían consultando datos, como la comuna y el nombre, la mujer explicaba a su interlocutora que habían entrado a robar. “Siguen disparando. Nos van a matar”, decía entre sollozos. Contó que ella estaba encerrada en una pieza y desconocía cómo estaba su marido, que no había visto a los atacantes, pero escuchaba a varias personas que rompieron todos los ventanales de la casa.

Luego, relata que su marido “está en el suelo” y siguen disparando, se dirige a él y segundos después, deja de hablar, sin que se haya cortado la llamada.