“Yo no quiero perder a mi hija”: Daniel Fuenzalida se sinceró y reveló el importante rol de su retoña en su rehabilitación

“Yo no quiero perder a mi hija”: Daniel Fuenzalida se sinceró y reveló el importante rol de su retoña en su rehabilitación

En el reciente capítulo de “El Medio Día”, el conductor Daniel Fuenzalida se mostró muy orgulloso por el logro académico de su hija Ignacia y se sinceró sobre su pasado y su rehabilitación.

Todo ocurrió al comienzo del episodio de este lunes, cuando en el panel le entregaron enmarcada la noticia de que su retoña terminó la carrera de Enfermería con un 7.

“El día viernes, la Ignacia, mi hija, dio su examen de grado y se tituló como enfermera. Así que feliz, muy muy contento, muy emotivo”, expresó el animador.

En esa misma línea, contó que “estamos acá al aire cuando ella estaba dando su examen de grado y cuando salí del aire, como a la 13:20 de la tarde, me dice ’papá, me fue bien, me saqué un 7‘”.

Más adelante, el conductor aseguró que “el logro es de ella (...) nosotros como papás, yo y la Francisca, estuvimos siempre para apoyar. Pero cuando uno recibe este tipo de noticias, a mí por la situación que me ha pasado en la vida, que en un minuto estuve perdido, consumiendo alcohol y drogas, uno agradece poder haber estado”.

“La vida me podría haber llevado a otros lados, podría haber perdido toda esta etapa, podría haber sido un papá ausente. Entonces, de alguna manera, uno mira hacía atrás y dice ‘qué afortunado soy que me pude recuperar, que me pude rehabilitar’ y no perderse estos minutos de la vida de la hija que son tan importantes (...) Ya llevo 17 años sin ningún tipo de consumo”, reflexionó Fuenzalida.

El conductor contó que, desde el 2008 cuando comenzó su proceso de rehabilitación, su relación con su hija “fue espectacular, fue estrecha, hemos conversado obviamente este tema”.

En ese contexto, Daniel Fuenzalida también recordó el importante rol que tuvo su hija en su decisión de rehabilitarse.

“Uno después con el tiempo agradece. Yo le agradezco a la Francisca que cuando nos separamos, a mí me separaron de la Ignacia. Yo hoy día lo puedo entender, en ese minuto no. Había una protección de parte de su mamá, porque había un papá consumidor, entonces yo estaba en una rebeldía tremenda y me enojaba, pataleaba, decía ‘cómo no la voy a ver el fin de semana, si yo soy el papá’”, recordó.

“Con el tiempo, cuando uno tiene un tratamiento, agradece, lo entiende. Y se crea un vínculo mucho mejor”, añadió.

“En su minuto (Francisca, mamá de Ignacia) saca a esta persona que está enferma, que es la enfermedad de la adicción (...) a mí me corrieron un rato, yo igual seguí luchando, hasta que entré a rehabilitación. Y entré a rehabilitación por la Ignacia, dije ‘yo no quiero perder a mi hija’, entonces yo me tenía que meter a una rehabilitación para poder tener las visitas de la Ignacia y así se empieza a gestar todo”, relató Fuenzalida.

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