El lobby chino de Azerta: al rescate de Transelec en medio de escándalo por tarifas eléctricas

El lobby chino de Azerta: al rescate de Transelec en medio de escándalo por tarifas eléctricas

Transelec S.A., responsable de cerca del 70% del sistema de transmisión eléctrica chileno, atraviesa una de las controversias más graves de los últimos años.

La empresa reconoció ante la Comisión Nacional de Energía (CNE) “inconsistencias positivas y negativas” en su inventario de activos, lo que derivó en cobros excesivos a los consumidores.

El monto preliminar de devolución supera los $100 millones de dólares, según cálculos del gobierno, y se canalizará mediante un ajuste tarifario a partir de 2026.

El conflicto no solo reveló deficiencias regulatorias, sino que también puso en cuestión la estructura de propiedad de la compañía. Desde 2018, China Southern Power Grid International (CSGI), una empresa estatal del gigante asiático, controla el 27,79% de Transelec, mientras el resto está en manos de fondos de pensiones canadienses (CPP, BCI y PSP). Su presencia consolidó el ingreso del capital chino al corazón de la red eléctrica chilena.

Azerta

En medio del escándalo tarifario y de la presión política por las devoluciones, la agencia Azerta SpA, liderada por Cristina Bitar, se activó como asesora estratégica de Transelec.

La consultora se especializa en asuntos públicos, gestión de crisis y comunicación corporativa, y ha sido señalada en el sector como el principal paraguas comunicacional de empresas con participación china en Chile.

Fuentes que conocen del tema indican que Azerta ha tomado control para frenar la exposición mediática del caso de los cobros indebidos, con el objetivo de contener el daño reputacional y articular un discurso institucional de “auto detección y corrección voluntaria”.

La narrativa busca reposicionar a la compañía como un actor “colaborador” con el Estado, pese al impacto directo de sus errores sobre las cuentas eléctricas de miles de chilenos.

El paraguas chino

Azerta ha construido una red de influencia transversal en el ámbito empresarial y político. Su especialidad radica en diseñar estrategias de relacionamiento institucional para empresas extranjeras en sectores sensibles —energía, infraestructura y minería—, muchas de ellas con participación o capital proveniente de China.

En la práctica, la consultora se ha convertido en la voz indirecta de los inversionistas chinos en Chile: administra crisis, gestiona vínculos con autoridades y moldea la narrativa pública para mitigar tensiones políticas. Su rol en la crisis de Transelec confirma esa función.

Tianqui Lithium

La influencia de Azerta como intermediaria comunicacional del capital chino en Chile no es nueva. En 2018, El Mercurio reveló que la agencia dirigida por Cristina Bitar también había asumido la representación comunicacional de Tianqi Lithium, la gigante china que buscaba adquirir el 32% de SQM en manos de Nutrien (ex Potash). La noticia provocó molestia en Albemarle, su otro cliente, competidor directo de Tianqi en el mercado del litio.

Según esa publicación, “la revelación de Azerta como agencia de comunicaciones de Tianqi molestó a Albemarle”, ya que ambas empresas disputaban el control global del litio y mantenían un conflicto activo en Australia. El medio detalló que la misma consultora manejaba los asuntos de lobby y comunicación para Tianqi en Chile, lo que Albemarle solo supo tras enterarse por la prensa. Sin embargo, se indicó de parte de la agencia de periodistas a El Mercurio que eran áreas distintas y contratos diferentes.

Este antecedente refuerza la posición de Azerta como paraguas estratégico de firmas chinas con alto impacto en sectores críticos. Su participación en la gestión de Tianqi en 2018 y su actual rol en Transelec, inmersa en la polémica por los cobros excesivos de energía, configuran un patrón de asesorías que combina intereses comunicacionales y geopolíticos en los puntos más sensibles de la economía chilena: energía, minería y recursos naturales.

Australis

Otro caso emblemático ha sido el de Australis, empresa salmonera adquirida por el grupo chino Joyvio en 2019, que hoy enfrenta una lucha judicial tras la querella presentada contra el anterior dueño, Isidoro Quiroga, por presunta estafa y administración desleal.

Empresa que hoy es asesorada estratégicamente por Azerta. Si bien las conversaciones preliminares entre ambas partes se iniciaron hace meses en el marco de la compleja disputa legal, la formalización y el inicio de la gestión comunicacional se concretó hace apenas unas semanas. Con esta movida, Joyvio busca reforzar su flanco mediático en la bullada querella por presunta estafa y administración desleal.

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