Proyectan para 2026 el primer centro de internación para adolescentes infractores en Ñuble
Dos adolescentes, de 16 y 17 años, fueron formalizados esta semana en San Carlos por su presunta responsabilidad en la muerte de un hombre de 61 años, homicidio ocurrido el pasado 25 de septiembre durante una riña en la plaza de la población 11 de Septiembre. El tribunal decretó su internación provisoria en un centro para menores de edad, que podría ser de Coronel o Talca, porque la Región de Ñuble no cuenta aún con un establecimiento de este tipo, ni con un centro de régimen semicerrado, administrados por el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.
Ambos jóvenes forman parte del universo de mayores de 14 años y menores de 18 años infractores de ley en la Región del Ñuble, cuya participación delictual no ha experimentado variaciones significativas los últimos años, según antecedentes recientes.
La Fiscalía Regional de Ñuble entregó un diagnóstico actualizado sobre la participación de adolescentes en delitos durante el primer semestre de este año. La asesora jurídica del organismo, Deysi Salinas Lizama, afirmó que la tendencia se ha mantenido estable, sin variaciones drásticas, durante los últimos cinco años.
“En los últimos años se mantiene la cantidad de delitos por semestre y por año, la diferencia es muy poca. Me atrevería a decir que en los últimos cinco años se mantiene tanto la cantidad de imputados adolescentes, como los delitos que más cometen”, afirmó.
De acuerdo al boletín institucional de Fiscalía, en el último semestre, enero-junio, en la Región de Ñuble hubo 680 delitos cometidos por adolescentes, siendo las lesiones (174), amenazas (140) y delitos sexuales (90) aquellos donde se ven involucrados mayoritariamente.
En contraposición, aquellos ilícitos con mejor presencia de menores de edad son los homicidios (2), delitos de tránsito (2) y robos no violentos (4).
En comparación, el año pasado hubo 612 delitos protagonizados por este segmento etario.
En la región sumaron 741 adolescentes involucrados en delitos. De ese total, en 337 participaron menores, entre 14 y 15 años, y en 404, entre 16 y 17 años. Cuatro adolescentes infractores de ley quedaron en internación provisoria en algún centro.
En 2024, fueron 661 jóvenes en conflicto con la ley y 10 quedaron en internación provisoria.
En cuanto al sexo, no hay una estadística regional, pero la nacional muestra que los hombres son tres veces más infractores que las mujeres.
Respecto a los delitos violentos, la Fiscalía registró siete casos de robos violentos y dos relacionados con homicidios en el semestre, lo que representa menos del 2% del total de ingresos con adolescentes.
La abogada asesora de la Fiscalía enfatizó que en la región no se han detectado “bandas de adolescentes”, pero sí jóvenes que participan en grupos delictuales influenciados por adultos. “Ingresan por influencia de adultos, porque las penas son menores, pero también por una cuestión sociocultural. Hoy, con toda esta cultura del narco, de validar el uso de armas y la violencia física, hay adolescentes que se sienten atraídos a ese estilo de vida”, sostuvo.
El consumo temprano de drogas también actúa como un factor de riesgo. “Cuando los niños empiezan a consumir muy prontamente y después no tienen cómo pagar ese consumo, es cuando se van vinculando criminalmente”, explicó.
De acuerdo a la estadística, los delitos sexuales representan un porcentaje importante de los casos, pero desde la Fiscalía advierten que estos deben comprenderse dentro del desarrollo emocional y social de los jóvenes.
“Ese es un mundo muy difícil de calificar, porque también tiene que ver con su falta de desarrollo, pero también tiene que ver con replicar conductas patriarcales, machistas, que ven a las víctimas como a las mujeres como objetos sexuales, no como personas, pero eso no es algo propio de los adolescentes, es lamentablemente algo propio de nuestra sociedad”, advirtió la abogada.
La profesional añadió que buena parte de los conflictos que escalan a amenazas o lesiones se relacionan con la falta de habilidades para resolver tensiones. “Son personas que están desarrollando distintas áreas, particularmente las áreas sociales y de control. Por eso tienden a ser más agresivos o tienen menos recursos lingüísticos y emocionales para resolver sus conflictos”, comentó.
Reinserción social
En la actualidad, 125 adolescentes, entre 14 y 18 años, de la Región de Ñuble, que han infringido la ley o están siendo investigados por un delito, se encuentran cumplimento una sanción o medida en el marco de la Ley N°20.084 sobre Responsabilidad Penal Adolescente, según cifras del Servicio de Reinserción Social Juvenil de Ñuble.
En detalle, 109 jóvenes están en Ñuble y otros 16 menores ñublensinos se encuentran en centros de internación de las regiones vecinas, en un proceso de reinserción social.
A nivel local, 103 son hombres y seis mujeres, quienes son atendidos por el organismo de reinserción que entró en funcionamiento en enero pasado y cuya misión es ejecutar lo dispuesto en ley N°20.084, mediante la implementación de programas que contribuyan a la modificación de la conducta delictiva.
La población bajo control corresponde en su mayoría a jóvenes entre los 17 y 18 años, en menor cuantía están los menores, entre 14 y 15 años, que son alrededor de siete.
“El grueso de jóvenes son aquellos que cometieron el delito previo a cumplir los 18, pero que están cumpliendo con alguna sanción. Hoy día, por ejemplo, cuando son sancionados a libertad asistida especial o libertad asistida simple, por ejemplo, tres años o cinco años, en el máximo, los jóvenes terminan su vigencia en el servicio a los 20 años”, precisó el director regional del Servicio, Felipe Opazo.
La Provincia de Diguillín concentra el 74% de los casos aproximadamente, siendo su mayoría los mayores de 14 años y menores de 18 de la comuna de Chillán.
La autoridad indicó que esta cifra es la más baja de los últimos años, influida por el proceso de mediación penal juvenil que comenzó en enero pasado.
“Las cifras se han mantenido estáticas desde que inicia la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, 2008 en adelante. Hoy día la cifra de 2024 y 2025 son similares a las cifras prepandemia. Se mantienen alrededor de los 140, 130 y 150 jóvenes. Hoy es mucho más bajo, porque dentro de la implementación de este nuevo servicio, se crea la herramienta de la mediación penal juvenil, que busca desjudicializar casos de delitos menos graves, por ejemplo, delitos de violencia en contexto escolar, y avanzar en un trabajo, en un tratamiento de manera pre judicializada, a través de la figura de una mediadora penal juvenil, que busca, por un lado, hacer consciente al joven que cometió el delito, pero también de escuchar a la víctima, a través de un proceso de lograr hacer entender a estas dos partes. Por eso se ha iniciado este proceso específicamente en el contexto de la violencia escolar. (…) Hoy día ya tenemos, al día de hoy, 64 mediaciones derivadas”, explicó.
Las sanciones que contempla la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, implican la Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social, la libertad asistida, la prestación de servicio, reparación de daño y amonestación.
En Ñuble, la mayoría de los jóvenes se encuentra en libertad asistida. La región no cuenta, a la fecha, con un Centro de Internación Provisoria e Internación en Régimen Cerrado como Coronel y Talca, donde han sido derivados ñublensinos por cometer delitos más graves.
“En Ñuble, todos los jóvenes que mencioné son de medio libre, porque están bajo la tutela de esta dirección regional. A parte, tenemos hoy 16 jóvenes de Ñuble privados de libertad o internados; ocho en Maule y ocho en Coronel”, precisó.
Según el servicio, la reincidencia ha sido baja en la región. “Hoy tenemos aproximadamente, 15 jóvenes que están cumpliendo más de una sanción. Ese es un indicador para decir: “Estaba cumpliendo con una libertad asistida, pero además ahora está con medida cautelar”. Es decir, mientras estaba cumpliendo libertad asistida, cometió otro delito y fue sorprendido en otro delito, estaba en medida cautelar. Entonces, son bastante bajos. Eso es una virtud hoy día de que podemos decir que todas estas intervenciones claramente van teniendo impacto”, destacó.
El director regional del Servicio de Reinserción Social Juvenil, Felipe Opazo, explicó las principales diferencias entre el antiguo Sename y el actual servicio encargado de trabajar con jóvenes infractores de ley, subrayando que hoy existe un modelo especializado que marca un cambio estructural en la forma de intervenir y acompañar a los adolescentes.
Una de las transformaciones más relevantes es la separación definitiva entre las funciones de protección de niños vulnerados y las de reinserción social juvenil. “La nueva legislación establece que deben existir servicios distintos, cada uno con un foco especializado”, indicó.
Nueva intervención
A partir de esta definición, el Servicio de Reinserción Social desarrolló un modelo propio de trabajo: el Modelo de Intervención Especializada (MIE). Este fue elaborado por un Consejo de Estándares integrado por especialistas en áreas como educación, salud y trabajo terapéutico, quienes definieron lineamientos específicos sobre cómo debe ejecutarse cada intervención.
Opazo destacó que, a diferencia del sistema anterior, donde las instituciones colaboradoras definían estrategias y metodología, hoy el servicio establece estándares obligatorios que fijan cantidad y periodicidad de atenciones, que abordan ámbitos como salud mental y educación.
“La libertad asistida especial, que es la sanción más gravosa en medio libre, porque Ñuble solo tiene sanciones de medio libre, no tenemos centro todavía, aumentan considerablemente. Entonces, ya no sirve una atención a la semana. Hoy son dos atenciones a la semana, tengo que garantizar al menos ocho atenciones mensuales por el periodo que dure la libertad asistida especial, que pueden ser de tres años o cinco años”, comentó.
Otro cambio importante es la reducción de la carga de los gestores de caso o responsables del acompañamiento directo a los jóvenes, que pasó de un gestor por cada 20 adolescentes a uno por cada 10, para asegurar intervenciones más individualizadas, profundas y continuas.
Finalmente, Opazo enfatizó que el nuevo modelo obliga al servicio a articular una red de trabajo colaborativo con instituciones públicas y también privadas.
Centro de internación para Ñuble
El director regional del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil informó que desde el inicio de su funcionamiento, el pasado 13 de enero, uno de los principales objetivos institucionales ha sido lograr que la Región de Ñuble cuente con un centro local de internación para jóvenes infractores de ley, con el fin de reducir las brechas territoriales y mejorar los procesos familiares de acompañamiento.
Actualmente, los adolescentes de Ñuble que requieren internación son enviados a Coronel o al Maule, a más de una hora y media de distancia. Esta realidad, según la autoridad, dificulta la participación continua de las familias en el proceso de reinserción, un factor clave para obtener buenos resultados.
El primer paso en esta dirección es la creación de un Centro de Libertad Asistida Especial con Internación Provisoria, de carácter nocturno, similar a una residencia, cuya implementación ya registra avances importantes.
“Eso pasa por un proceso de arrendamiento de un inmueble en la ciudad de Chillán, y eso ya va a estar bastante avanzado. El 2026, sin duda, ya vamos a tener novedades concretas. Estamos en el proceso de arrendamiento en la elaboración de informes técnicos y jurídicos. Entonces, se está haciendo ahora el estudio de ese lugar, en particular, para tomar la decisión final y hacer el proceso de arrendamiento. Es un tema bastante avanzado, por lo menos, en Centro de Libertad Asistida Especial con Internación Parcial (LAE-IP). (…) Estamos trabajando para que el próximo año pudiese estar funcionando o por lo menos estemos en el proceso de contratación. Vamos a partir con una capacidad de diez plazas”, dijo.
Respecto al centro con régimen cerrado, explicó que tiene “una proyección a largo plazo, ya hemos iniciado conversaciones a través de nuestro Seremi de Justicia y con Bienes Nacionales. Estamos en ese proceso inicial para poder ir definiendo una proyección. Pensemos que esto implica elaborar una carta gantt a un plazo de ocho o diez años, que es más o menos lo que significa, puesto que esto implica una construcción.
Desde el Colegio de Abogados de Ñuble señalaron que desde antes de la modificación de la ley 20.084 por el Sename, se ha estado exigiendo un centro de internación para Ñuble, dado que con la creación de la Región del Ñuble se arrastra como una deuda.
“La creación de un centro de reinserción juvenil para la región de Ñuble es necesario no solo para resguardar el orden público y proteger a la comunidad, sino que también ofrecer a los jóvenes infractores un cambio de corrección que sea más efectivo. Cuando un joven debe cumplir sus sanciones en otras regiones, primero, se debilita el seguimiento, hay mayor gasto, también por los traslados y se diluye la responsabilidad institucional. Se produce el problema también de mantener a jóvenes de alta peligrosidad, circulando en libertad por la falta de cupos, traslados o deficiencia administrativa. No se puede dejar de lado que la reinserción funciona mejor cuando se vincula el territorio, estar más cerca de la familia, quienes también participan en el proceso”, sostuvo la presidenta del gremio, Carla González.
Plan de reinserción
En octubre, el servicio lanzó un Plan de Acción Regional de Reinserción Social Juvenil, con 41 acciones en áreas como educación, salud, seguridad pública, empleo, cultura y patrimonio. El objetivo es favorecer el abandono de la conducta delictiva y promover la integración social.
Entre las iniciativas destacadas están cursos de formación junto a Sence, como cocina y maquinaria pesada, actividades con Injuv y experiencias culturales a través del programa Diálogos en Movimiento.
Asimismo, se consolidó un trabajo coordinado con la Dirección Provincial de Educación para asegurar la continuidad de las trayectorias escolares.
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